En el vídeo de Oscar Brahim queda reflejada la función que tiene la contrapublicidad tal y como nosotros hemos intentado mostrar.
En Buenos Aires, un taxista padre de familia dedica parte de su tiempo a la concienciación de la sociedad a partir de la crítica o burla de anuncios publicitarios que puedan hacer llegar un mensaje de carácter machista, racisma...o simplemente destinado al consumismo. Éste modifica el anuncio transmitiendo un mensaje totalmente contrario e intenta mostrar su postura contraria a dicha práctica. Esto es considerado como un arte, idea que yo también reafirmo a causa de sus impresionantes trabajos.
A mi parecer se trata de una buena técnica, ya que a la vez que consigue transmitir un mensaje nos ayuda a ver la influencia que puede tener la publicidad sobre nosotros casi sin darnos cuenta. Esta nos crea unas necesidades que realmente no existen por tal de conseguir un mayor beneficio a costa de la sociedad.
No nos dejemos engañar...
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